GREENBERG QUINLAN ROSNER (Un envio de Mauricio Balcazar)
La re-elección de Barack Obama el 6 de
noviembre es histórica en muchos aspectos. Él es el primer presidente re-electo
en la era moderna de los Estados Unidos con un desempleo por encima del 7,5 por
ciento y es el primer presidente demócrata en ser electo y re-electo con
ma-yoría absoluta desde Franklin Roosevelt. Obama obtuvo victorias en muchos de
los estados “swing” que había ganado en el 2008 y muchos creyeron que no podría
retener (Virginia, Colo-rado, Nevada) y en estados competitivos que ganó por
sólo unos miles de votos (Florida, Ohio)
Es tentador creer que esta re-elección
fue inevitable, tal vez debido a las tendencias demográ-ficas o a las
debilidades del gobernador Romney. Pero este no es el caso. Habían muchos
fac-tores operando contra el presidente: una economía lenta; la frustración de
no haber sido capaz de superar las divisiones partidistas de Washington; fuerte
oposición a sus grandes iniciativas, como el paquete de estímulo económico, y
su proyecto de ley de reforma del sistema de salud; y un rival bien financiado
que llegó a la elección con una experiencia atractiva de éxito empre-sarial.
La elección presidencial del 2012
podría haber sido ganada por Mitt Romney y los republica-nos. Y el hecho de que
no ganaron refleja una serie de decisiones estratégicas y pasos prácti-cos
tomados por el presidente Obama y su equipo – algunos durante la campaña de
2012, y otros que se remontan al 2008 y más allá.
Cada país es diferente; cada elección
es única; lo que funcionó para Obama no será de aplica-ción en muchas otras
campañas. Pero aun así, hay mucho que aprender de la victoria de Obama – para
los partidos, candidatos, dirigentes y organizaciones de todo el mundo. En esta
nota, queremos destacar cinco acciones que condujeron al presidente Obama y su
equipo a este resultado, aprovechando la riqueza de la investigación que llevó
a cabo Greenberg Quin-lan Rosner para el proyecto Democracy Corps durante las
semanas y meses previos a la elec-ción y en los días inmediatamente
posteriores. Esperamos que esto sea útil para la compren-sión de la política
norteamericana y, potencialmente, como una fuente de ideas para la estrate-gia
en su propio contexto.
Cinco factores que llevaron a
Obama a la victoria
1. Obama definió la alternativa y
libró la batalla en condiciones favorables para él. Esto es algo que nos han oído
decir antes: hay que definir la alternativa que tienen los votantes al mo-mento
de decidir por quién votar. Cualquiera sea el candidato que pueda enmarcar la
elección a partir de sus fortalezas, por lo general resulta el ganador.
Mitt Romney tuvo muchas dificultades
para hacerlo, aunque la tarea era mucho más fácil para él. Desde Abril hasta
Septiembre, la mayoría de los votantes no sentían la recuperación eco-nómica.
El desempleo fue mayor al 8 por ciento durante gran parte de la campaña (y
durante
muchos meses, estuvo
incluso cercano al 10 por ciento), y hasta el último mes el 60 por ciento de
los votantes estadounidenses sentían que el país iba en la dirección
equivocada. Romney tenía la oportunidad de presentar una narrativa que
destacara su capacidad para hacerse cargo de una empresa en dificultades y
sacarla a flote. Sin embargo, esta elección no se redujo a elegir al candidato
que podría crear la mayor cantidad de puestos de trabajo. Y de hecho, si esa
hubiera sido la elección, a Romney le habría ido mucho mejor. En nuestra
encuesta post-electoral, Romney todavía muestra una ventaja de 4 puntos sobre
Obama en quién haría un mejor trabajo en el manejo de la economía y una ventaja
de 5 puntos en quién sería mejor para la creación de puestos de trabajo.
¿Cómo hizo
Obama para impedir que fuera esto lo que se cuestionaran los votantes al emitir
su voto? Por encima de todo, él amplió la elección hacia el futuro de la
clase media. Le pre-guntó a los votantes sencillamente: "¿Quieres a
alguien que lucha por la clase media, o volver a las políticas fallidas
que perjudican principalmente a los votantes como usted?" Transformó
una elección de un referéndum sobre si el país iba en la dirección correcta
o no hacia una elec-ción sobre qué políticas moverían las cosas en una mejor
dirección para los votantes como us-ted (es decir, de clase media).
Nuestros datos de la encuesta post-electoral muestran que Obama tenía
una ventaja de 9 puntos sobre Mitt Romney en qué candidato haría un mejor
tra-bajo en la restauración de la clase media - incluso mientras mantiene una
desventaja en quién sería mejor en el manejo del empleo y la economía. Esto le
dio la posibilidad de obtener una mayoría.
En parte, Romney también perdió su
foco en el empleo y la economía con la selección de Paul Ryan como su compañero
de fórmula. Ryan, un congresista de Wisconsin, fue más conocido por su plan de
recorte de presupuesto y sus polémicas posiciones sobre el papel del gobierno.
Al elegir a Ryan, Romney confundió al electorado sobre la alternativa que le
ofrecía: en lugar de ser una elección sobre quién es mejor para la economía y
la creación de empleo, se convir-tió en una elección entre visiones opuestas
sobre el papel del gobierno y la forma en que Wa-shington debe ayudar a los más
vulnerables.
Y esto fortaleció la definición de
Romney que pretendía instalar Obama (especialmente des-pués del huracán Sandy,
una semana antes de las elecciones, que le recordó a los votantes cuáles son
las cosas útiles que un gobierno nacional puede hacer para ayudarlos). Nuestra
en-cuesta muestra que las mayores razones por las cuales los votantes votaron
en contra de Romney estuvieron centradas en el hecho de que él mismo estaba
distanciado de la gente co-mún e iba a favorecer a los más ricos, especialmente
debido a su comentario de que el "47 por ciento" de los Estados
Unidos dependen del gobierno, sus políticas corporativas, y su apoyo a los
recortes de impuestos para los más ricos.
2.
La humildad de Obama y su frustración compartida. Ser el presidente en ejercicio es un
desafío especial en política. La mayoría de los políticos y líderes de
organizaciones en ejerci-cio están tentados a hablar sobre sus logros y
utilizar estadísticas y cifras que muestran mejo-ras concretas.
Eso
funciona cuando el progreso es evidente y los votantes son optimistas. Pero es
muy pro-
blemático
cuando el progreso es lento o invisible y los votantes se sienten frustrados.
Como se ha señalado, Obama entró en esta elección con una mayoría fuerte
sintiendo que el país iba en la dirección equivocada. La aprobación de su
gestión era inferior al 50 por ciento a principios del 2012. La creación de
empleo estaba mejorando, pero muy lentamente y la mayoría de los
votantes todavía no podían sentir las
mejoras (nuestra experiencia en todo el mundo nos ha demostrado que las
percepciones de los votantes sobre el crecimiento del empleo nacional siempre
están muy por detrás de la realidad). Existía un peligro real de que si Obama
se con-centraba en destacar logros que los votantes no sentían, o si citaba
estadísticas en las que no creían, correría el riesgo de sonar distanciado de
la realidad y arrogante.

Por
momentos creímos que Obama y su campaña estaban teniendo dificultades con este
desa-fío. Por ejemplo, nuestra investigación demostró que el tono optimista de
los discursos del pre-sidente al inicio de la sesión legislativa en 2011 y 2012
no eran efectivos con los espectadores. También teníamos dudas sobre su slogan
"Adelante" (“Forward”), ya que se basaba en una premisa que
muchos votantes no compartían – que el país había comenzado a moverse hacia
adelante. Y algunos de los anuncios de Obama tenían el tono equivocado – como
el anuncio narrado por el actor Morgan Freeman, que pasaba demasiado tiempo
haciendo hincapié en los problemas que Obama había superado. Sin embargo, Obama
y su campaña hicieron un mejor trabajo a medida que avanzó la campaña. En
particular, tuvieron 4 iniciativas que les permitie-ron reconectar con los
votantes:
·
"Lo
entiendo - Estás frustrado." Esto
es difícil de hacer para muchos dirigentes, por-que ellos pueden pensar que
indica debilidad o fracaso. Sin embargo, una de las cosas que Obama hizo bien
fue decirles directamente a los votantes, "No hemos hecho lo sufi-ciente
todavía." Reconoció que las condiciones eran duras y que muchos votantes
esta-ban descontentos. Esto abrió sus oídos para escuchar su oferta, y lo
mostró en contacto con las tan reales preocupaciones económicas de los
votantes.
·
Recordarles
a los votantes sus indiscutibles logros. Obama se concentró en narrar los logros que
la mayoría de los votantes estaban dispuestos a admitir – y en particular los
dos que recibieron la mayor cantidad de aplausos y que fueron mencionados en
una frase creada por el vicepresidente Joe Biden: "Osama Bin Laden está
muerto y GM (General Motors) está viva." Esto puso de manifiesto un indiscutible
logro de la política exterior de la administración Obama, y una rápida acción
de su gobierno para salvar a General Motors y la industria automotriz de EE.UU.
·
Retomar el futuro, planteando opciones
claras. A pesar de que sentíamos que la campaña
de Obama debería haber hecho más para diseñar una agenda audaz para el segundo
mandato, la misma se las arregló para crear algunas opciones claras de fondo:
aplicación de la ley de reforma de salud de Obama o su derogación (como Romney
prometió); los aumentos de impuestos para los ricos frente a los recortes de
impuestos para los ricos; la preservación de Medicare frente a convertirlo en
un programa de vou-chers; una fecha de finalización para la presencia de tropas
de EE.UU. en Afganistán frente a un compromiso sin final pre-establecido. Al
final, los votantes entendieron lo que estaba en juego y cuáles eran las
opciones para los próximos cuatro años.
·
Recordarles
a los votantes los "malos tiempos." Si la pregunta hubiera sido sobre
las condiciones en los EE.UU. de hoy, Obama habría perdido. Pero Obama
logró man-tener a los votantes centrados en las condiciones que heredó y en las
políticas que crearon esas condiciones. Él le recordó exitosamente a los
votantes sobre los riesgos de volver a las políticas (de Bush) que habían
puesto a América en problemas en primer lugar.

3. Los números importan. Otra persona que salió victoriosa el 6
de noviembre fue Nate Silver, un estadista y analista de encuestas que
creó el blog 538 del New York Times. mantuvo registro de todos
los sondeos difundidos públicamente a lo largo de la campaña - tanto a nivel
nacional como de las encuestas a nivel estatal. Corrió modelos estadísticos
basados en estos datos, y asignó un porcentaje de posibilidades de ganar a
Obama y Romney que fue ajustando a lo largo de la campaña. En el día de la
elección, Silver puso la chance de ganar de Obama en más de un 90 por ciento. Y
una vez que todos los resultados estaban cargados, Silver había predicho
impresionantemente el resultado correcto en los 50 estados.
Muchos
criticaron a Silver a lo largo de la campaña, diciendo que se centraba
demasiado en los números y no lo suficiente en los "intangibles” – cosas
como el impulso, las emociones, las di-námicas de participación electoral, o el
impacto de las diversas campañas locales. Sin embar-go, el éxito de Silver
muestra que tener números exactos es la base de una estrategia eficaz que no se
rige por intuición. Eso es cierto en todas partes.
La campaña de Romney fue víctima de la
tentación de creer que se puede escapar de la dura realidad de los números. En
los últimos días, se siguieron gastando recursos en estados como Minnesota y
Pennsylvania – estados donde las encuestas mostraban a Obama con una ventaja
cómoda. Si Romney hubiera prestado más atención al modelo de Silver, tal vez se
hubiera cen-trado más en Florida, donde Obama ganó solamente por alrededor de
73.000 votos (aproxima-damente 0,9% del total de los votos emitidos). Una victoria
en Florida habría significado 29 vo-tos electorales más para Romney, y un
resultado mucho más cerrado.
4. El enfoque de Obama en los cambios
demográficos de largo plazo y el “Electorado Americano en Aumento.” Una de las lecciones importantes de
las elecciones de 2012 en los EE.UU. es que a largo plazo las tendencias
de la demografía y los valores pueden hacer una gran diferencia en la dinámica
electoral y la estrategia. Eso se aplica a los diferentes países de distintas
maneras, pero su efecto en EE.UU este año es evidente.
Hace
ocho años, los republicanos declararon que Estados Unidos era una nación
dividida al medio – 51 a 49 porciento, y afirmaron que habían creado una
"mayoría permanente." Pero el tiempo demostró el error de esta
interpretación, sobre todo si se desarrollan campañas diseña-das para atraer
principalmente a los hombres blancos que no miran a las minorías de cualquier
tipo. Obama, en cambio, apeló directamente a lo que llamamos el
"Electorado Americano en Aumento" - es decir, los jóvenes, las
mujeres solteras y los las minorías raciales.
Estos
bloques de votantes han ido creciendo constantemente a lo largo del tiempo. Por
ejem-plo, el porcentaje de no blancos en edad de votar ha aumentado en unos 2 o
3 puntos porcen-tuales desde el año 2008. La proporción de mujeres solteras
como parte del electorado también ha aumentado. Todos juntos, estos grupos
representan en la actualidad el 48 por ciento del electorado de EE.UU. – y le
dieron a Obama más del 60 por ciento de los votos.
Para estos votantes, los dos temas más
importantes, por lejos, eran la creación de puestos de trabajo y la protección
de los beneficios de la jubilación. Esta claro cuáles son las prioridades que
estos votantes que le entregaron la elección al presidente, ven como necesarias
para res-taurar la clase media.
Obama
no sólo apeló a estos votantes en términos sustantivos, él también creó un
programa de movilización masiva de votantes que ayudó a asegurar que estos
votantes realmente se presentaran a votar – a pesar de que
muchos de los grupos en el Electorado Americano en Aumento tienen una
propensión a votar que está por debajo del promedio.
Obama
ganó en parte porque pudo movilizar a un electorado que se ve como el futuro
del país, mientras que Romney perdió porque estaba apelando a un electorado que
se parece más a los Estados Unidos del pasado:
·
La
participación de los hispanos aumentó, empujando a este grupo a una totalidad
del
10 por ciento del electorado (frente al 9
por ciento en 2008). Obama ganó el 71 por cien-to del voto hispano – por encima
del 67 por ciento en 2008 y sólo el 53 por ciento para Kerry en 2004.
·
La
brecha de género fue importante en esta elección - Obama ganó entre las mujeres
un 55-44 por ciento, mientras que Romney ganó el 52-45 por ciento de los
hombres. Sin embargo, la brecha real en esta carrera fue la diferencia de
estado civil. Entre las muje-res casadas, Romney tenía una ventaja de 7 puntos
(53 a 46 por ciento), pero las muje-res solteras apoyaron abrumadoramente al
presidente – 67 a 31 por ciento. Las mujeres solteras constituyen casi una
cuarta parte del electorado, y están creciendo a un ritmo más rápido que las
mujeres casadas.
·
Muchos
predijeron que los votantes más jóvenes se quedarían en casa en estas
elec-ciones, pero los votantes jóvenes (los menores de 30 años) aumentaron su
participación del electorado en 1 punto (al 19 por ciento). Obama ganó este
grupo por un margen de
23 puntos, no es tan dramática como la
brecha de 34 puntos que logró entre estos vo-tantes en 2008, pero va mucho más
allá de lo que el senador John Kerry recibió en 2004.
Estos factores son necesariamente
específicos del electorado de EE.UU. y sus tendencias de-mográficas. Pero, en
cualquier país, esto pone de relieve la necesidad de tener en cuenta las
tendencias demográficas a largo plazo y la forma de hablar de los temas y
valores que motivan e involucran a los grupos demográficos en crecimiento.
5. La ventaja de Obama en tecnología y
organización. Para
bien o para mal, esta campaña siempre será comparada con la de 2008, y,
muchos dicen que hubo una falta de entusiasmo territorial por la campaña de
Obama. Sin embargo, la campaña de Obama tomó medidas insti-tucionales para
contrarrestar la falta de entusiasmo. Transformaron su organización de 2008,
"Obama for America,", y la convirtieron en "Organizing for
América" inmediatamente después de las elecciones de 2008. Esta
organización, OFA, ha tenido una presencia permanente en muchos estados clave
como Ohio y Florida – que es una rareza en los años no electorales.
Es importante recordar que Obama no
tenía una ventaja financiera sobre Romney. Es cierto que él fue capaz de
recaudar más de $934 millones provenientes de donaciones de más de 4 millones
de contribuyentes, pero Romney no sólo lo superó en los fondos, sino que
también tuvo la ayuda de cientos de millones de dólares en gastos de Super PACs
– organizaciones nominalmente independientes que son capaces de gastar cantidades
ilimitadas, gracias en par-te a la decisión de la Corte Suprema de 2010 en
Ciudadanos Unidos vs FEC. Mientras que Romney tenía 9 Super PACs publicando
anuncios y trabajando a su favor en los estados com-petitivos (PACs como
American Crossroads de Karl Rove), Obama sólo tenía un Super PAC que lo apoyaba
(Priorities USA). A pesar del desequilibrio de dinero,
Obama utilizó sus fondos mucho más estratégicamente. Obama comenzó a gastar
rápido; él puso publicidades en el aire antes en estados clave, mien-tras que
Romney fue desde el principio más conservador en sus gastos. Incluso con menos
dinero en general, Obama fue capaz de derrotar temprano a Romney en el aire. El
resultado de esto fue su habilidad para definir tempranamente qué estaba en
juego en esta elección y quién era Romney. Cuando finalmente Romney y sus super
PACs empezaron a activarse, el mensaje de Obama ya había penetrado entre los
votantes.
Obama
también superó a Romney en los nuevos medios de difusión y en forma online. En
total, ambas campañas online gastaron 6 veces más que en 2008. Aquí es donde
Obama tenía una ventaja real. El presidente gastó más que Romney en una
relación de 2:1 en anuncios online, gastando más temprano y de forma más
creativa. La campaña continuó redefiniendo cómo se utilizan los medios
digitales para ganar elecciones, mientras que la campaña de Romney estu-vo
siempre unos pasos por detrás.
Ya se ha escrito mucho acerca de todo
esto, y los factores de la lista anterior no son exhausti-vos. Pero queríamos
compartir con ustedes las lecciones e implicancias que se destacan sobre todo
ante nuestros ojos – en parte porque muchas de estas lecciones pueden ser
relevantes para su propia situación.
