Thursday, November 22, 2012

Lecciones de la Victoria de Obama





GREENBERG QUINLAN ROSNER            (Un envio de Mauricio Balcazar)



La re-elección de Barack Obama el 6 de noviembre es histórica en muchos aspectos. Él es el primer presidente re-electo en la era moderna de los Estados Unidos con un desempleo por encima del 7,5 por ciento y es el primer presidente demócrata en ser electo y re-electo con ma-yoría absoluta desde Franklin Roosevelt. Obama obtuvo victorias en muchos de los estados “swing” que había ganado en el 2008 y muchos creyeron que no podría retener (Virginia, Colo-rado, Nevada) y en estados competitivos que ganó por sólo unos miles de votos (Florida, Ohio)

Es tentador creer que esta re-elección fue inevitable, tal vez debido a las tendencias demográ-ficas o a las debilidades del gobernador Romney. Pero este no es el caso. Habían muchos fac-tores operando contra el presidente: una economía lenta; la frustración de no haber sido capaz de superar las divisiones partidistas de Washington; fuerte oposición a sus grandes iniciativas, como el paquete de estímulo económico, y su proyecto de ley de reforma del sistema de salud; y un rival bien financiado que llegó a la elección con una experiencia atractiva de éxito empre-sarial.

La elección presidencial del 2012 podría haber sido ganada por Mitt Romney y los republica-nos. Y el hecho de que no ganaron refleja una serie de decisiones estratégicas y pasos prácti-cos tomados por el presidente Obama y su equipo – algunos durante la campaña de 2012, y otros que se remontan al 2008 y más allá.

Cada país es diferente; cada elección es única; lo que funcionó para Obama no será de aplica-ción en muchas otras campañas. Pero aun así, hay mucho que aprender de la victoria de Obama – para los partidos, candidatos, dirigentes y organizaciones de todo el mundo. En esta nota, queremos destacar cinco acciones que condujeron al presidente Obama y su equipo a este resultado, aprovechando la riqueza de la investigación que llevó a cabo Greenberg Quin-lan Rosner para el proyecto Democracy Corps durante las semanas y meses previos a la elec-ción y en los días inmediatamente posteriores. Esperamos que esto sea útil para la compren-sión de la política norteamericana y, potencialmente, como una fuente de ideas para la estrate-gia en su propio contexto.


Cinco factores que llevaron a Obama a la victoria

1. Obama definió la alternativa y libró la batalla en condiciones favorables para él. Esto es algo que nos han oído decir antes: hay que definir la alternativa que tienen los votantes al mo-mento de decidir por quién votar. Cualquiera sea el candidato que pueda enmarcar la elección a partir de sus fortalezas, por lo general resulta el ganador.

Mitt Romney tuvo muchas dificultades para hacerlo, aunque la tarea era mucho más fácil para él. Desde Abril hasta Septiembre, la mayoría de los votantes no sentían la recuperación eco-nómica. El desempleo fue mayor al 8 por ciento durante gran parte de la campaña (y durante muchos meses, estuvo incluso cercano al 10 por ciento), y hasta el último mes el 60 por ciento de los votantes estadounidenses sentían que el país iba en la dirección equivocada. Romney tenía la oportunidad de presentar una narrativa que destacara su capacidad para hacerse cargo de una empresa en dificultades y sacarla a flote. Sin embargo, esta elección no se redujo a elegir al candidato que podría crear la mayor cantidad de puestos de trabajo. Y de hecho, si esa hubiera sido la elección, a Romney le habría ido mucho mejor. En nuestra encuesta post-electoral, Romney todavía muestra una ventaja de 4 puntos sobre Obama en quién haría un mejor trabajo en el manejo de la economía y una ventaja de 5 puntos en quién sería mejor para la creación de puestos de trabajo.

¿Cómo hizo Obama para impedir que fuera esto lo que se cuestionaran los votantes al emitir su voto? Por encima de todo, él amplió la elección hacia el futuro de la clase media. Le pre-guntó a los votantes sencillamente: "¿Quieres a alguien que lucha por la clase media, o volver a las políticas fallidas que perjudican principalmente a los votantes como usted?" Transformó una elección de un referéndum sobre si el país iba en la dirección correcta o no hacia una elec-ción sobre qué políticas moverían las cosas en una mejor dirección para los votantes como us-ted (es decir, de clase media). Nuestros datos de la encuesta post-electoral muestran que Obama tenía una ventaja de 9 puntos sobre Mitt Romney en qué candidato haría un mejor tra-bajo en la restauración de la clase media - incluso mientras mantiene una desventaja en quién sería mejor en el manejo del empleo y la economía. Esto le dio la posibilidad de obtener una mayoría.

En parte, Romney también perdió su foco en el empleo y la economía con la selección de Paul Ryan como su compañero de fórmula. Ryan, un congresista de Wisconsin, fue más conocido por su plan de recorte de presupuesto y sus polémicas posiciones sobre el papel del gobierno. Al elegir a Ryan, Romney confundió al electorado sobre la alternativa que le ofrecía: en lugar de ser una elección sobre quién es mejor para la economía y la creación de empleo, se convir-tió en una elección entre visiones opuestas sobre el papel del gobierno y la forma en que Wa-shington debe ayudar a los más vulnerables.

Y esto fortaleció la definición de Romney que pretendía instalar Obama (especialmente des-pués del huracán Sandy, una semana antes de las elecciones, que le recordó a los votantes cuáles son las cosas útiles que un gobierno nacional puede hacer para ayudarlos). Nuestra en-cuesta muestra que las mayores razones por las cuales los votantes votaron en contra de Romney estuvieron centradas en el hecho de que él mismo estaba distanciado de la gente co-mún e iba a favorecer a los más ricos, especialmente debido a su comentario de que el "47 por ciento" de los Estados Unidos dependen del gobierno, sus políticas corporativas, y su apoyo a los recortes de impuestos para los más ricos.


2. La humildad de Obama y su frustración compartida. Ser el presidente en ejercicio es un desafío especial en política. La mayoría de los políticos y líderes de organizaciones en ejerci-cio están tentados a hablar sobre sus logros y utilizar estadísticas y cifras que muestran mejo-ras concretas.

Eso funciona cuando el progreso es evidente y los votantes son optimistas. Pero es muy pro-
blemático cuando el progreso es lento o invisible y los votantes se sienten frustrados. Como se ha señalado, Obama entró en esta elección con una mayoría fuerte sintiendo que el país iba en la dirección equivocada. La aprobación de su gestión era inferior al 50 por ciento a principios del 2012. La creación de empleo estaba mejorando, pero muy lentamente y la mayoría de los votantes todavía no podían sentir las mejoras (nuestra experiencia en todo el mundo nos ha demostrado que las percepciones de los votantes sobre el crecimiento del empleo nacional siempre están muy por detrás de la realidad). Existía un peligro real de que si Obama se con-centraba en destacar logros que los votantes no sentían, o si citaba estadísticas en las que no creían, correría el riesgo de sonar distanciado de la realidad y arrogante.


Por momentos creímos que Obama y su campaña estaban teniendo dificultades con este desa-fío. Por ejemplo, nuestra investigación demostró que el tono optimista de los discursos del pre-sidente al inicio de la sesión legislativa en 2011 y 2012 no eran efectivos con los espectadores. También teníamos dudas sobre su slogan "Adelante" (“Forward”), ya que se basaba en una premisa que muchos votantes no compartían – que el país había comenzado a moverse hacia adelante. Y algunos de los anuncios de Obama tenían el tono equivocado – como el anuncio narrado por el actor Morgan Freeman, que pasaba demasiado tiempo haciendo hincapié en los problemas que Obama había superado. Sin embargo, Obama y su campaña hicieron un mejor trabajo a medida que avanzó la campaña. En particular, tuvieron 4 iniciativas que les permitie-ron reconectar con los votantes:

·         "Lo entiendo - Estás frustrado." Esto es difícil de hacer para muchos dirigentes, por-que ellos pueden pensar que indica debilidad o fracaso. Sin embargo, una de las cosas que Obama hizo bien fue decirles directamente a los votantes, "No hemos hecho lo sufi-ciente todavía." Reconoció que las condiciones eran duras y que muchos votantes esta-ban descontentos. Esto abrió sus oídos para escuchar su oferta, y lo mostró en contacto con las tan reales preocupaciones económicas de los votantes.

·         Recordarles a los votantes sus indiscutibles logros. Obama se concentró en narrar los logros que la mayoría de los votantes estaban dispuestos a admitir – y en particular los dos que recibieron la mayor cantidad de aplausos y que fueron mencionados en una frase creada por el vicepresidente Joe Biden: "Osama Bin Laden está muerto y GM (General Motors) está viva." Esto puso de manifiesto un indiscutible logro de la política exterior de la administración Obama, y una rápida acción de su gobierno para salvar a General Motors y la industria automotriz de EE.UU.

·         Retomar el futuro, planteando opciones claras. A pesar de que sentíamos que la campaña de Obama debería haber hecho más para diseñar una agenda audaz para el segundo mandato, la misma se las arregló para crear algunas opciones claras de fondo: aplicación de la ley de reforma de salud de Obama o su derogación (como Romney prometió); los aumentos de impuestos para los ricos frente a los recortes de impuestos para los ricos; la preservación de Medicare frente a convertirlo en un programa de vou-chers; una fecha de finalización para la presencia de tropas de EE.UU. en Afganistán frente a un compromiso sin final pre-establecido. Al final, los votantes entendieron lo que estaba en juego y cuáles eran las opciones para los próximos cuatro años.

·         Recordarles a los votantes los "malos tiempos." Si la pregunta hubiera sido sobre las condiciones en los EE.UU. de hoy, Obama habría perdido. Pero Obama logró man-tener a los votantes centrados en las condiciones que heredó y en las políticas que crearon esas condiciones. Él le recordó exitosamente a los votantes sobre los riesgos de volver a las políticas (de Bush) que habían puesto a América en problemas en primer lugar.

3. Los números importan. Otra persona que salió victoriosa el 6 de noviembre fue Nate Silver, un estadista y analista de encuestas que creó el blog 538 del New York Times. mantuvo registro de todos los sondeos difundidos públicamente a lo largo de la campaña - tanto a nivel nacional como de las encuestas a nivel estatal. Corrió modelos estadísticos basados en estos datos, y asignó un porcentaje de posibilidades de ganar a Obama y Romney que fue ajustando a lo largo de la campaña. En el día de la elección, Silver puso la chance de ganar de Obama en más de un 90 por ciento. Y una vez que todos los resultados estaban cargados, Silver había predicho impresionantemente el resultado correcto en los 50 estados.

Muchos criticaron a Silver a lo largo de la campaña, diciendo que se centraba demasiado en los números y no lo suficiente en los "intangibles” – cosas como el impulso, las emociones, las di-námicas de participación electoral, o el impacto de las diversas campañas locales. Sin embar-go, el éxito de Silver muestra que tener números exactos es la base de una estrategia eficaz que no se rige por intuición. Eso es cierto en todas partes.

La campaña de Romney fue víctima de la tentación de creer que se puede escapar de la dura realidad de los números. En los últimos días, se siguieron gastando recursos en estados como Minnesota y Pennsylvania – estados donde las encuestas mostraban a Obama con una ventaja cómoda. Si Romney hubiera prestado más atención al modelo de Silver, tal vez se hubiera cen-trado más en Florida, donde Obama ganó solamente por alrededor de 73.000 votos (aproxima-damente 0,9% del total de los votos emitidos). Una victoria en Florida habría significado 29 vo-tos electorales más para Romney, y un resultado mucho más cerrado.


4. El enfoque de Obama en los cambios demográficos de largo plazo y el “Electorado Americano en Aumento.” Una de las lecciones importantes de las elecciones de 2012 en los EE.UU. es que a largo plazo las tendencias de la demografía y los valores pueden hacer una gran diferencia en la dinámica electoral y la estrategia. Eso se aplica a los diferentes países de distintas maneras, pero su efecto en EE.UU este año es evidente.

Hace ocho años, los republicanos declararon que Estados Unidos era una nación dividida al medio – 51 a 49 porciento, y afirmaron que habían creado una "mayoría permanente." Pero el tiempo demostró el error de esta interpretación, sobre todo si se desarrollan campañas diseña-das para atraer principalmente a los hombres blancos que no miran a las minorías de cualquier tipo. Obama, en cambio, apeló directamente a lo que llamamos el "Electorado Americano en Aumento" - es decir, los jóvenes, las mujeres solteras y los las minorías raciales.

Estos bloques de votantes han ido creciendo constantemente a lo largo del tiempo. Por ejem-plo, el porcentaje de no blancos en edad de votar ha aumentado en unos 2 o 3 puntos porcen-tuales desde el año 2008. La proporción de mujeres solteras como parte del electorado también ha aumentado. Todos juntos, estos grupos representan en la actualidad el 48 por ciento del electorado de EE.UU. – y le dieron a Obama más del 60 por ciento de los votos.

Para estos votantes, los dos temas más importantes, por lejos, eran la creación de puestos de trabajo y la protección de los beneficios de la jubilación. Esta claro cuáles son las prioridades que estos votantes que le entregaron la elección al presidente, ven como necesarias para res-taurar la clase media.

Obama no sólo apeló a estos votantes en términos sustantivos, él también creó un programa de movilización masiva de votantes que ayudó a asegurar que estos votantes realmente se presentaran a votar – a pesar de que muchos de los grupos en el Electorado Americano en Aumento tienen una propensión a votar que está por debajo del promedio.

Obama ganó en parte porque pudo movilizar a un electorado que se ve como el futuro del país, mientras que Romney perdió porque estaba apelando a un electorado que se parece más a los Estados Unidos del pasado:

·         La participación de los hispanos aumentó, empujando a este grupo a una totalidad del

10  por ciento del electorado (frente al 9 por ciento en 2008). Obama ganó el 71 por cien-to del voto hispano – por encima del 67 por ciento en 2008 y sólo el 53 por ciento para Kerry en 2004.

·         La brecha de género fue importante en esta elección - Obama ganó entre las mujeres un 55-44 por ciento, mientras que Romney ganó el 52-45 por ciento de los hombres. Sin embargo, la brecha real en esta carrera fue la diferencia de estado civil. Entre las muje-res casadas, Romney tenía una ventaja de 7 puntos (53 a 46 por ciento), pero las muje-res solteras apoyaron abrumadoramente al presidente – 67 a 31 por ciento. Las mujeres solteras constituyen casi una cuarta parte del electorado, y están creciendo a un ritmo más rápido que las mujeres casadas.

·         Muchos predijeron que los votantes más jóvenes se quedarían en casa en estas elec-ciones, pero los votantes jóvenes (los menores de 30 años) aumentaron su participación del electorado en 1 punto (al 19 por ciento). Obama ganó este grupo por un margen de

23  puntos, no es tan dramática como la brecha de 34 puntos que logró entre estos vo-tantes en 2008, pero va mucho más allá de lo que el senador John Kerry recibió en 2004.

Estos factores son necesariamente específicos del electorado de EE.UU. y sus tendencias de-mográficas. Pero, en cualquier país, esto pone de relieve la necesidad de tener en cuenta las tendencias demográficas a largo plazo y la forma de hablar de los temas y valores que motivan e involucran a los grupos demográficos en crecimiento.


5. La ventaja de Obama en tecnología y organización. Para bien o para mal, esta campaña siempre será comparada con la de 2008, y, muchos dicen que hubo una falta de entusiasmo territorial por la campaña de Obama. Sin embargo, la campaña de Obama tomó medidas insti-tucionales para contrarrestar la falta de entusiasmo. Transformaron su organización de 2008, "Obama for America,", y la convirtieron en "Organizing for América" inmediatamente después de las elecciones de 2008. Esta organización, OFA, ha tenido una presencia permanente en muchos estados clave como Ohio y Florida – que es una rareza en los años no electorales.

Es importante recordar que Obama no tenía una ventaja financiera sobre Romney. Es cierto que él fue capaz de recaudar más de $934 millones provenientes de donaciones de más de 4 millones de contribuyentes, pero Romney no sólo lo superó en los fondos, sino que también tuvo la ayuda de cientos de millones de dólares en gastos de Super PACs – organizaciones nominalmente independientes que son capaces de gastar cantidades ilimitadas, gracias en par-te a la decisión de la Corte Suprema de 2010 en Ciudadanos Unidos vs FEC. Mientras que Romney tenía 9 Super PACs publicando anuncios y trabajando a su favor en los estados com-petitivos (PACs como American Crossroads de Karl Rove), Obama sólo tenía un Super PAC que lo apoyaba (Priorities USA). A pesar del desequilibrio de dinero, Obama utilizó sus fondos mucho más estratégicamente. Obama comenzó a gastar rápido; él puso publicidades en el aire antes en estados clave, mien-tras que Romney fue desde el principio más conservador en sus gastos. Incluso con menos dinero en general, Obama fue capaz de derrotar temprano a Romney en el aire. El resultado de esto fue su habilidad para definir tempranamente qué estaba en juego en esta elección y quién era Romney. Cuando finalmente Romney y sus super PACs empezaron a activarse, el mensaje de Obama ya había penetrado entre los votantes.

Obama también superó a Romney en los nuevos medios de difusión y en forma online. En total, ambas campañas online gastaron 6 veces más que en 2008. Aquí es donde Obama tenía una ventaja real. El presidente gastó más que Romney en una relación de 2:1 en anuncios online, gastando más temprano y de forma más creativa. La campaña continuó redefiniendo cómo se utilizan los medios digitales para ganar elecciones, mientras que la campaña de Romney estu-vo siempre unos pasos por detrás.


Ya se ha escrito mucho acerca de todo esto, y los factores de la lista anterior no son exhausti-vos. Pero queríamos compartir con ustedes las lecciones e implicancias que se destacan sobre todo ante nuestros ojos – en parte porque muchas de estas lecciones pueden ser relevantes para su propia situación.

No comments:

Post a Comment